El comandante del turno nocturno, Eduardo Garza, perdió la vida a manos de uno de sus compañeros cuando, como policía, sorteó riesgos y amenazas de criminales, dice el fiscal
El comandante del turno nocturno de la Fiscalía General del Estado (FGE), José Eduardo Garza Ríos, acudió anoche a arrestar al agente de la misma corporación, Pascacio Chaparro, quien fue reportado en estado de ebriedad cuando vigilaba a un testigo principal de un caso que se investiga; sin mediar palabra, sacó su arma y disparó contra su superior.
El fiscal Zona Norte de la corporación, Carlos Manuel Salas, declaró a Norte Digital que Chaparro apuntó su arma y disparó también contra una ministerial que acompañaba al comandante, pero ella reaccionó conforme a su entrenamiento, evadió la agresión y disparó de forma certera para abatir al atacante.
Son hechos, mencionó Salas, que no revestían riego porque era algo rutinario, pero en segundos todo se salió de control.
“Es muy lamentable y triste porque murieron dos buenos policías”, expresó.
La versión oficial de lo que ocurrió establecen que una persona era custodiada porque funge como testigo principal de un evento y se le pone seguridad las 24 horas en un hotel de la curva de San Lorenzo.
Chaparro asistió al relevo ya que le tocaba ese turno, pero lo reportaron con aliento alcohólico.
Cuando eso sucede, dijo Salas, al oficial se le arresta como castigo administrativo.
El comandante Garza Ríos estaba en las instalaciones de la FGE atendiendo los asuntos del día, cuando se reporta un homicidio doble y se le dan instrucciones para que acuda, por lo que se traslada a ese evento, agregó.
Mencionó que cuando atendía ese hecho, el comandante escucha por radio el reporte de que su subalterno presentaba estado de ebriedad y había que trasladarlo a las oficinas centrales; se ofrece a atender la instrucción, hablar con el agente ebrio y trasladarlo, una acción de rutina.
Lo acompañó una mujer agente ministerial y, al llegar al hotel, observan que el vigilante estaba fuera de norma porque también estaba acompañado de una mujer y a bordo del vehículo de la civil.
En el estado alcoholizado que presentaba no podía cumplir con su función de cuidar al testigo, verificó Garza Ríos.
“No le parece (a Chaparro)… quien sin mediar palabra saca su arma y le dispara al compañero, lo hiere de gravedad, apunta y dispara contra la compañera, quien se mueve, le dispara y lo mata”, relató Salas.
A pesar de la tensión, continuó, la agente reacciona, toma al comandante para subirlo a la unidad y llevarlo al Hospital General; lo meten a quirófano, pero una hora y media después fallece, los cirujanos no pudieron salvarle la vida, mientras que el agresor quedó tendido en el mismo lugar de los hechos.
El fiscal aclaró que la policía investigadora no está detenida, pero rendirá su declaración en torno a lo que ocurrió, al igual que la persona que estaba siendo custodiada y la mujer que acompañaba a Chaparro.
Salas acudió al Hospital General, donde habló con la agente: “cuando termina todo entró en shock, es muy joven, pero su entrenamiento la salvó… reaccionó con una precisión impresionante, cargó a su compañero para subirlo al carro y llevarlo al hospital… actuó con heroicidad”.
El hecho provocó entre los integrantes de la corporación una tristeza profunda, porque los policías son unidos y enfrentan muchos peligros juntos.
“Andas en alerta, hemos decomisado mucha droga, se reciben muchas amenazas, estamos investigando criminales, hay alerta en las diferentes corporaciones, y morir bajo estas condiciones es terrible… él no iba a ir a ese evento, en términos generales no era algo de riesgo, pero todo pasa en cuestiones de segundos”, expresó el fiscal.
