Por Redacción |
El perro de raza Pitbull que casi le arrancó el brazo a un presunto ladrón no será sacrificado, luego de que las autoridades chiapanecas consideraron que no existen argumentos para hacerlo, informó Proceso.
Según la información, el perro Max actuó para defender la casa de sus dueños y los familiares del presunto delincuente, identificado como José Arbey “N”, exigieron sacrificar al animal. Los dueños lo resguardaron en su domicilio.
El incidente ocurrió en la comunidad de Copoya, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el pasado 7 de octubre, de acuerdo con medios locales.
Los gritos del ladrón alertaron a los dueños, que estaban dentro de la casa, y quienes llamaron al 911.
“El sujeto identificado por el nombre de José presentaba desprendimiento parcial de uno de sus brazos, por lo que debió ser trasladado de emergencia a un hospital”, indicó El Espectador.
El mismo medio señaló que al lugar llegaron las autoridades, que durante las primeras investigaciones fueron con los familiares del presunto delincuente, quienes exigieron que “se sacrificara al perro por ser un peligro para la profesión que ejerce su familiar”.