Por El Universal |
Kanye West está en aprietos. El cantante, también conocido como Ye, está perdiendo varios negocios y son diversas las marcas que han roto relación con él tras una serie de comentarios antisemitas y de corte racista que publicó en sus redes sociales y dijo en un podcast.
La familia de George Floyd, el afroamericano asesinado por un policía en Mineápolis en 2020, anunció que demandará por difamación a West, al que reclama 250 millones de dólares por decir que la causa de su muerte fue el consumo de fentanilo y no la violencia policial.
West dijo en una entrevista en el podcast Drink Champs que Floyd falleció por consumo de droga y no por la asfixia que le provocó el policía Derek Chauvin, quien hincó su rodilla sobre el cuello de la víctima durante más de nueve minutos, como confirmó la autopsia y la sentencia judicial que condenó al agente.
Días antes, el autor de “Yeezus” lució durante un desfile de moda en París una camiseta con el mensaje «White Lives Matter» («Las vidas blancas importan»), un lema utilizado a menudo por supremacistas blancos en respuesta al movimiento contra el racismo “Black Lives Matter”.
En medio de este ciclo de provocaciones, Twitter e Instagram bloquearon las cuentas de West en sus plataformas, donde infinidad de usuarios denunciaron una serie de comentarios antisemitas.
Primero mencionó a Jared Kushner, judío y yerno de su “amigo” Trump, al decir que era el hombre detrás de unos tratados de paz en Oriente Medio gestados solo para “ganar dinero”.
“No creo que tengan la capacidad de hacer nada por su cuenta. Creo que nacieron con el dinero en la cabeza”, declaró a continuación.
La duda de si hablaba de los Trump o del pueblo judío en general quedó resuelta al emprender una escalada de comentarios de carácter antisemita que llevaron al bloqueo, especialmente cuando amenazó con atacarles a lo “Death con 3” (en alusión al “DEFCON 3”, expresión militar ante una alerta substancial de guerra).
Las consecuencias de sus palabras
CAA, una de las agencias de representación más importantes de la industria del entretenimiento, rompió este lunes su contrato con Kanye West después de que el rapero haya propinado varios comentarios antisemitas y de corte racista en sus redes sociales.
Según fuentes citadas por el diario “Los Ángeles Times” la agencia dejará de trabajar con él de manera inmediata, siguiendo los pasos de marcas como Balenciaga y The Gap, que también han decidido dejar de colaborar con el músico.
Asimismo, el estudio MRC confirmó que cancelará el estreno de un documental dedicado a la carrera del artista.
La empresa alemana de equipamiento deportivo Adidas también puso fin a su colaboración con el rapero estadounidense.
“Tras un estudio en profundidad, la sociedad tomó la decisión de poner fin inmediatamente a la colaboración con Ye”, declaró el grupo en un comunicado. “Adidas no tolera el antisemitismo ni cualquier otra forma de discurso de odio”, añadió.
En el comunicado, Adidas se refiere a que las declaraciones del rapero “violan los valores de la empresa como la diversidad y la inclusión, el respeto mutuo y la equidad. Después de una cuidadosa consideración, la compañía tomó la decisión de poner fin a su asociación con Ye con efecto inmediato”.
West sigue perdiendo
La minorista de ropa informal Gap y la de calzado deportivo Foot Locker también dieron la espalda este martes al rapero, cuyos negocios y popularidad han sufrido una debacle a raíz de sus recientes declaraciones de carácter antisemita y racistas.
Gap, que en agosto cesó su colaboración con la marca Yeezy del rapero, dijo en una nota que iba a retirar “los productos YeezyGap” de sus tiendas y cerrar la página web de esa línea en represalia contra su exsocio, y tildó de “inexcusable” el «antisemitismo, el racismo y el odio en cualquier forma».
Por su parte, Foot Locker anunció también la retirada de las zapatillas Yeezy de sus estanterías y su página web y agregó que no venderá nuevos productos de la marca, declarando que “no tolera ninguna forma de antisemitismo, o comportamiento de odio y discriminatorio”.
De acuerdo con información de agencias internacionales, estas medidas siguen a la sonada ruptura de Adidas con Kanye West, quien comercializaba las cotizadas Yeezy a través de la gran empresa de productos deportivos, lo que ha borrado 1.500 millones de su fortuna y lo ha sacado de la lista de multimillonarios de la revista “Forbes”.
Otras empresas que han decidido alejarse del polémico músico y diseñador han sido la empresa de ropa de lujo Balenciaga, la revista “Vogue”, la agencia de representación CAA, la plataforma de comercio The RealReal o el estudio de producción MRC.
La presión sobre los socios del rapero -que oficialmente se llama Ye- para tomar alguna medida de represalia por su comportamiento creció esta semana, cuando un grupo de odio desplegó una pancarta en una autopista de Los Ángeles en la que se leía «Kanye tiene razón sobre los judíos».
Jaylen Brown, jugador de los Boston Celtics de la NBA, y Aaron Donald, de Los Ángeles Rams de la NFL, rompieron sus colaboraciones de negocios con West.
“Reconozco que hay momentos en los que mi voz y mi posición no puede coexistir en espacios que no representan mis valores. Y, por esta razón, termino mi asociación con ‘Donda Sports’”, escribió Brown en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.
El jugador de los Boston Celtics informó además de que las últimas 24 horas les sirvieron para reflexionar sobre su decisión, después de que asegurara este lunes que seguiría vinculado a la empresa de marketing de Kanye West.
También Aaron Donald, estrella de los Rams, vigentes campeones de la NFL, publicó en Twitter un comunicado en el que asegura que las afirmaciones de West son exactamente “lo opuesto” a la manera en la que su familia quiere vivir su vida y criar a sus hijos.
West, también conocido como Ye, admitió hace unos años que sufre un trastorno de bipolaridad y, entre otras acciones llamativas, llegó a presentarse como candidato a la presidencia de Estados Unidos en varios estados durante los comicios de 2020.