Por Francisco Luján |
El Gobierno Municipal ofreció cien espacios en el Gimnasio Enrique “Kiki” Romero, adaptado para recibir personas en situación de movilidad, a los migrantes varados en Juárez, pero principalmente las personas de Venezuela se negaron a dejar el bordo del río Bravo, donde se encuentra desde hace días.
Regidores de la Comisión de Derechos Humanos del Ayuntamiento, recorrieron los espacios oficiales donde las autoridades locales de manera emergente abrieron espacios para brindar techo y alimentación a los venezolanos y otras personas en situación de migración, tales como colombianos y ecuatorianos.
Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos y Grupos Vulnerables, además de los regidores de la Comisión, supervisaron este día las instalaciones del Puente Internacional Paso del Norte y el edificio ubicado en San Lorenzo, denominado Casa Ónix, donde los migrantes retornados de los Estados Unidos reciben ayuda humanitaria emergente por parte de las autoridades locales.
La comisión de funcionarios se contactó con las personas que se encuentran en un campamento en el bordo del Río, atrás de la Presidencia. El grupo rechazó la oferta de trasladarse al gomnasio Kiki Romero.
Expusieron que su presencia en el bordo, en el limite internacional con EU, responde al interés que tienen de ser vistos por el Gobierno estadounidense que no les dio cabida en su país.
Los regidores Edith Arredondo (PAN), Tania Maldonado (MC) y Jorge Bueno (PAN), participaron en esta tarea de supervisión, además de que entregaron cobijas.
González Reyes dijo que platicando con ellos, es notorio que están bien informados sobre el cambio en las reglas de migración en los EU, aunque las reglas vigentes los tomó por sorpresa cuando estaban siendo retornados y en esta localidad se encuentran en una condición aún más difícil para regresar.
Los regidores se comprometieron a seguir llevándoles cobijas y agua, sin embargo, externaron su preocupación por la situación de los menores de edad, ya que de presentarse temperaturas más bajas, las autoridades de protección y justicia de niños y adolescentes, tendrán que intervenir en defensa de sus derechos fundamentales.
La mayoría de las personas que se encuentran en este campamento se mostraron agradecidos con los apoyos que reciben; pero ninguna aceptó cambiarse a las instalaciones del Gobierno Municipal, en el gimnasio Kiki Romero; ni en las de Gobierno Federal, en el albergue Leona Vicario.
Informaron que solo en la Casa Ónix tiene 230 personas de origen venezolano, mientras que en el albergue Kiki Romero solo hay 34 y tienen disponibles otros 100 espacios.