En Ciudad Juárez se generan entre mil 200 y mil 500 toneladas diarias de basura común, conformada principalmente por desechos de casas, de restaurantes y otras empresas. Se trata de residuos sólidos urbanos, cuyo manejo es de competencia municipal.
Estas cifras representan estimaciones, pues realmente no se puede saber con exactitud cuánta basura se produce en esta ciudad.
“En cuanto a los residuos sólidos urbanos, no hay una obligación de informar a nadie en ningún momento, cuánta basura y de qué tipo se genera”, señaló Gibran Solís, director de Limpia del municipio de Juárez.
Para determinar la cantidad de basura común que se produce diariamente, Solís explicó que se utilizan estimaciones o proyecciones a nivel internacional, las cuales indican que, en un país como México, y en una ciudad industrializada como Juárez, existe la media de que cada persona genera en promedio 1 kilogramo de basura al día. Si somos un millón y medio de habitantes, estaríamos generando mil 500 toneladas de basura al día.
Toda esta basura termina en el relleno sanitario, ese terreno yermo de 200 hectáreas, dividido en celdas en donde los desechos son depositados. Se utiliza maquinaria para arrastrar los despojos y enterrarlos. Una capa de tierra, una de basura, y así consecutivamente hasta formar un gigantesco pastel de desechos.
En el relleno sanitario, el coordinador operativo comentó para Norte Digital que la basura es enterrada sin alguna separación o clasificación previa. Terminan bajo tierra desechos orgánicos e inorgánicos por igual. No hay reciclaje para las mil 500 toneladas que se producen diariamente en Ciudad Juárez.
Enterrar el dinero
El director de Limpia mencionó que “conforme al manejo actual que tenemos en el relleno sanitario, nuestro porcentaje de reciclaje es nulo. Hay alguna separación, sí, pero no es una separación tecnificada ni controlada”.
El ingeniero y consultor ambiental, Yves Figueroa, explicó que antes de enterrar esas toneladas de basura, sería adecuado someterlas a una industria de segregación, tecnológicamente bien hecha, para poder quitarle los metales, el vidrio, plásticos, madera y todos aquellos residuos que tienen un potencial de reúso y de reciclado.
“Podríamos andar en un 50 por ciento de potencial de reciclado. Estamos enterrando el dinero. Se podría producir hidrógeno, un gas combustible para generar energía eléctrica”, mencionó Figueroa, y agregó que actualmente se aprovecha el gas metano, aunque queda mucho potencial desaprovechado.
En palabras del ingeniero ambiental, esta no es una ciudad muy higiénica. Mencionó que, si en Juárez la basura no se recolecta de manera adecuada, la posibilidad de que esta sea reciclada o reutilizada es mucho menor. Es una situación que aseguró, le produce escozor.
La pesadilla plástica
Por su parte, Gibrán Solís comentó que el 30 por ciento de las mil 500 toneladas de residuos sólidos urbanos que se generan diariamente, es basura plástica.
Para la cuestión comercial se volvió más eficiente utilizar empaques de plástico, pero esto derivó en la generación de un residuo sin átomos de carbono o elementos orgánicos, que no es biodegradable. Esta eficiencia de consumo ha implicado la acumulación y esparcimiento de envases plásticos; dicho de manera simplificada, contaminación al por mayor.
Figueroa comentó que en Europa se le cobra un impuesto ecológico a las empresas que generan desechos plásticos, para después invertir lo recaudado en recoger los residuos, a diferencia de México, donde empresarios crearon una organización que se llama Ecología y Compromiso Empresarial (Ecoce).
“Tratan de ponerle un parche a este asunto. Según ellos tienen muchas actividades de reciclado”, relató.
El director de Limpia señaló que mientras el consumidor final, no empiece a manifestar voluntad de decisión como un criterio para definir el futuro de los productos, entonces la carga permanecerá en la parte regulatoria.
“Realmente lo que tenemos que provocar es el cambio de cultura de consumo. Un cambio que debe venir desde la sociedad”, indicó.
Economía circular y reciclaje
Figueroa puntualizó que en Ciudad Juárez hay muchos centros de acopio de residuos reciclables, pero no muchas recicladoras, como se les conoce popularmente.
Enfatizó que una recicladora es aquella que vuelve a introducir los residuos en un proceso fisicoquímico, para que vuelva a ser otro componente de la misma naturaleza.
“Como tenemos un desiertote y unos espacios muy grandes, todo lo queremos llevar a un relleno sanitario, pero eso no es el futuro. El fututo es valorizar esas mil 500 toneladas de residuos que estamos enterrando. Primero hay que segregar para mandarlos a procesos de reciclado, y con lo que quede se pueden generar muchas cosas”, comentó Figueroa.
Gibran Solís mencionó que este es uno de los elementos que el alcalde está considerando dentro del proyecto de licitación en los próximos meses, para que la empresa que se haga cargo de la administración del relleno sanitario tenga como ejes de acción los principios de economía circular y reciclaje.
“Que tenga una visión a largo plazo para que el relleno sanitario deje de ser una tierra donde se entierran los residuos y se aprovechen al cien por ciento”, declaró Solís.
Ante este escenario, en el que la basura no es recolectada de manera óptima, los juarenses son los principales afectados, y son ellos mismos quienes cansados del errático manejo de los desechos, han tomado la iniciativa de crear campañas de limpieza.
En el río Bravo ya han se han realizado algunas jornadas, sin embargo, autoridades y empresas también deben redoblar esfuerzos y sensibilizarse con el medio ambiente.
