Por Diego Villa |
La creciente movilidad de migrantes de prodentes de Venezuela que se ha registrado durante los días recientes, provocó que del lado estadunidense se improvisara un campamento para mantenerlos a la espera de su traslado al interior de los Estados Unidos.
El espacio es resguardado por elementos de la Patrulla Fronteriza, dependiente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
El campamento improvisado en El Paso cuenta ya con baños portátiles para la población migrante, y justo hoy arribaron vallas para delimitar la zona en que podrían estar las personas en situación de movilidad mientras esperaban a ser trasladados a otros puntos del país o a regularizar su situación migratoria.
Esta mañana, cerca del llamado Puente Negro se observaron decenas de personas migrantes que decían ser originarios “todos de Venezuela” que ingresaron a El Paso, Texas por la parte de la frontera que no tiene muro metálico.
Se trata de personas en situación de movilidad que no pasan por ningún albergue juarense, sino que aprovechan su pase de libre tránsito por México que les ofrece el Gobierno Federal, para llegar rápidamente a Estados Unidos.
Al respecto, el Juez del Condado de El Paso, Ricardo Samaniego, dijo en una en una entrevista breve a la distancia a medios de comunicación que pese a que no ha sido declarada emergencia, sí es “una crisis bien manejada”.
Platicó que la ciudad de El Paso apoya con el transporte de las personas migrantes, mientras que el condado, a su cargo, de los refugios. Dijo que “no se quedaron” en aquella ciudad, y apenas se escuchó una cifra: más de dos mil personas que se han llevado a otros sitios.
Según una investigación publicada en el medio británico BBC, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbot, anunció que enviaría autobuses con migrantes hasta Washington como forma de protesta en contra de la capital, para que “supieran lo que viven los estados de la frontera [sur]”.
Esta forma de supuesta protesta ha permitido que los migrantes que ingresan a El Paso no duren mucho tiempo en esa ciudad, pues son enviados a distintos puntos al norte de Estados Unidos, como Nueva York o la capital de aquel país.
Mientras tanto, a ese punto de El Paso siguen llegando personas originarias de Venezuela. Ahí les esperan elementos de la Patrulla Fronteriza.
Hoy fueron grupos de entre 20 y 30 personas que llegaban cada 10 o 15 minutos, caminando desde un kilómetro y medio arriba, según comentaron algunos a gritos al ser cuestionados.
Llegaban incluso sin calzado. Familias enteras, niños, mujeres, hombres jóvenes. Llegaban a resguardarse del sol bajo una autopista elevada del anillo carretero 375 de la ciudad texana.
En ese punto, los elementos de vigilancia de la frontera improvisaron un campamento para recibir a todas las personas en situación de movilidad que aprovechan la falta de muro para ingresar sin documentos oficiales a aquel país.
El campamento improvisado en El Paso cuenta ya con baños portátiles para la población migrante, y justo hoy arribaron vallas para delimitar la zona en que podrían estar las personas en situación de movilidad mientras esperaban a ser trasladados a otros puntos del país o a regularizar su situación migratoria.
Asimismo, es resguardado por elementos de la Patrulla Fronteriza, dependiente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
