Pese a que crece comercialización en Juárez, no hay tratamientos para esa adicción: CIJ
Con la comercialización cada vez más extendida del fentanilo en la ciudad, se corre el riesgo de que aumenten las enfermedades crónico degenerativas y la patología dual, que es la convergencia de un trastorno de adicciones y un trastorno psiquiátrico en las personas.
David Alonso Gómez Melchor, director de la Unidad de Tratamiento a Usuarios de Heroína en el Centro de Integración Juvenil (CIJ) de la localidad, mencionó que el problema con el fentanilo, es que es nueva su utilización sin control médico y no hay un tratamiento aprobado para la adicción.
Mencionó que en el caso del centro ubicado en el bulevar Bernardo Norzagaray, donde antes estaba el Tribunal para Menores, se atiende a usuarios de heroína y lo único que han documentado es que algunos de los que llegan nuevos, refieren que en los últimos meses su organismo les demanda más dosis y lo atribuyen a que pudiera contener alguna otra sustancia más adictiva.
A nivel nacional se ha denunciado que quienes comercializan la heroína pudieran estar añadiendo fentanilo a la droga que se ofrece en las calles, por lo que no se descarta que la añadan sin avisarle a los compradores, a fin de que incrementen las cantidades de consumo y las ganancias de los productores.
De acuerdo a testimonios de los adictos a heroína, de unos 30 nuevos que se han incorporado en el último mes al programa de atención en el CIJ local, unos 10 refirieron que de utilizar de seis a ocho dosis diarias, brincaron a 12 dosis, es decir hasta el doble.
Explicó que existe el tratamiento de metadona para los usuarios de heroína, la cual tiene una efectividad de 24 horas, por lo cual diariamente acuden por su medicamento como sustituto.
Precisó que unas 200 personas en promedio acuden por día atenderse, de las cuales el 70 por ciento son hombres y un 30 por ciento mujeres. Ellos están trabajando en su total recuperación y reintegración a la sociedad.
Dicha Unidad de Tratamiento a Usuarios de Heroína se localiza en una zona donde se ubicaría el mayor número de adictos. Acuden principalmente de colonias Bellavista, Altavista, Zacatecas y Barrio Alto, entre otras, las cuales se localizan en las inmediaciones del río Bravo.
Gómez Melchor reiteró que a nivel mundial no existe un tratamiento aprobado para bloquear el fentanilo como adicción.
“No sabemos a qué nos enfrentamos, es como ocurrió con el Covid al principio”, señaló.
“Como fue diseñado para uso médico, no tenemos el superhéroe que lo va a combatir”, aseveró.
Comentó que el fentanilo es un derivado del opio, diseñado para combatir el dolor, considerado un excelente analgésico, utilizado con control médico, conocido por su efecto 100 veces superior a la morfina.
Pese a que no existe el tratamiento, un consumidor de fentanilo es ayudado por lo pronto con metadona para disminuir su ansiedad, siendo apoyado además con terapias psicológicas para calmar sus ganas de seguir usando la sustancia opiácea y su síndrome de abstinencia, anotó.
En relación al posible impacto en la sociedad, dijo que siempre será de inicio a nivel de cuestión de salud.
“Los impactos en cuestión de salud van a ser en enfermedades crónico degenerativas en el paciente, aumento de enfermedades en tipo patología dual, me refiero a adicciones, más enfermedades mentales”, subrayó.
Hasta noviembre del año 2022, la Secretaría de seguridad Pública Municipal había asegurado en las calles un total de 88 mil 918 dosis de fentanilo, mientras la Fiscalía del Estado en la zona norte llevaba asimismo 21 kilos de de la misma sustancia decomisados.
Para el mes de diciembre del mismo, se reportó la captura de un hombre con 40 mil pastillas de fentanilo, listas para su distribución en la ciudad, con las cuales obtendrían unos 16 millones de pesos.
