Por Teófilo Alvarado |
Menores de edad de origen centroamericano siguen cruzando solos a Estados Unidos, según se advirtió este lunes.
En uno de los casos, un niño de dos años de origen hondureño, fue dejado en el campamento migrante, ubicado a la altura de la colonia Bellavista, por una mujer que se lo entregó a un guatemalteco, identificado como Esly Enoc Ramírez.
Mencionó que la mujer solamente le dijo que lo entregara a la Patrulla Fronteriza, porque al parecer el bebé se reuniría con sus padres en Estados Unidos.
“Así me dijo nomás, y yo me crucé el río para entregarlo a la Migra, me dio tristeza, porque me imaginé que era uno de mis hijos y lo entregué”, señaló en medio de sollozos.
Indicó que él no tenía la intención de traspasar la frontera de forma indocumentada y sólo fue a eso.
Agregó que estuvieron a punto de detenerlo a él, porque pisó ilegalmente Estados Unidos pero los agentes le creyeron y se compadecieron, de tal forma que lo dejaron regresar a México.
Como se quitó los tenis y los dejó de lado juarense, estuvieron a punto de robárselos, pero alguien se los cuidó.
LOS DESPIDE CON ABRAZOS
En otro caso, dos niñas y un niño atravesaron solos el río para entregarse a los agentes estadounidenses.
Su padre, los despidió con abrazos y besos.
Apenas empezaron a caminar sobre unas piedras entre el agua, se dio la media vuelta. No pudo soportar ver cómo se alejaban.
Mientras se dirigía hacia su esposa que estaba a decenas de metros del lugar, iba llorando a lágrima viva.
Solo atinó a decir que eran de Honduras y que lo mejor para sus hijos era que fueran a Estados Unidos, para una mejor oportunidad de vida.
“Aquí andan batallando, con mucha hambre”, indicó.
Agregó que con su familia tiene siete meses en Juárez.
Buscó a su esposa sobre el bordo y se abrazaron, al tiempo que voltearon a ver a lo lejos cómo sus niños eran recibidos por los oficiales uniformados.
