Por Redacción |
Alrededor de mil 105 niños migrantes de diferentes nacionalidades han tenido acceso a la educación, informó Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio.
Todos ellos son beneficiados a través del Programa de Regularización Educativa que brinda atención en el albergue municipal Kiki Romero.
“Este sistema de regularización académica inicio hace un año como un proyecto de la Dirección de Derechos Humanos y se fortaleció en ese momento con el apoyo de Unicef, DIHA y el DIF municipal, pero con el tiempo se fueron adhiriendo más organismos con la intención de que los menores continuaran con sus estudios”, explicó el funcionario.
Agregó que han estandarizado el programa educativo para dar atención personalizada o diferenciada, de acuerdo a las necesidades académicas de cada infante.
“Tratamos de generar materias universales o programas internacionales como matemáticas, ciencias sociales, civismo, derechos humanos, lectoescritura y nos da mucho orgullo de que muchos niños y niñas han salido leyendo de este espacio”, mencionó González Reyes.
Destacó que las diferencias del idioma no han sido una barrera, pues la mayoría de los infantes en situación de movilidad provienen de Honduras, Guatemala, El Salvador, lo que se conoce como “El Triángulo Norte”, o son mexicanos.
A diferencia de los menojres que provienen de Haití que hablan criollo, francés o portugués, sin embargo, se adaptan muy rápido al español, mencionó.
Recordó que con este sistema de regularización académica, se garantiza el derecho a la educación para las personas que se encuentran en contexto de movilidad.
