Por El Universal |
Las Leónidas, la lluvia de meteoros que ocurre anualmente en noviembre, alcanza su máxima actividad en 2022 entre el 14 y 18 de este mes, con una fase de luna menguante que permitirá mejor visibilidad del fenómeno.
Este espectáculo es más visible en el hemisferio norte y México, aunque en las noches y madrugadas de América Latina también se podrá disfrutar.
Las Leónidas toman su nombre de la constelación Leo (el león) que es el punto desde donde la lluvia de meteoros parece irradiar.
Sin embargo, no es necesario enfocar la mirada hacia esa constelación para poder disfrutar del fenómeno, con tal de que se haga desde un lugar con cielo oscuro, preferiblemente rural, lejos de las luces de la ciudad.
Lo que se conoce comúnmente como estrellas fugaces son en realidad meteoroides, pequeños fragmentos del cometa 55p/Tempel-Tuttle, descubierto 1865, que al chocar con la atmósfera terrestre producen un resplandor luminoso.
Esta lluvia de meteoroides es popular debido al incremento periódico de su tasa horaria zenital (THZ), que es el número máximo de meteoroides que se podrían ver bajo condiciones ideales y que ocurre cada 33 años.
En esos períodos las Leónidas pueden producir un despliegue de entre 1.000 y 10.000 meteoroides por hora, como la histórica tormenta de estrellas fugaces de 1883.
Actualmente nos encontramos en el punto intermedio de ese ciclo, no obstante se vaticina un buen espectáculo.
Las partículas más pequeñas crean raudos y delgados rayos que atraviesan el cielo nocturno. Los fragmentos más grandes pueden crear bolas de fuego tan luminosas como Venus, algunas veces capaces de iluminar el cielo y producir sombras.
La Organización Internacional de Meteoros prevé que la mejor oportunidad para observar la lluvia de estrellas se dará las noches del 17 y 18 de noviembre, con una THZ de entre 10 y 15 meteoroides por hora.
Pero la Sociedad Estadounidense de Meteoros dice que algunos expertos predicen que la Tierra podría estar pasando por el mismo residuo de fragmentos de cometa que produjeron la histórica tormenta de meteoroides de 1883, con una posible THZ de 200 por hora. Otros sugieren que serán 50 por hora.
De todas formas, se sugiere enfocar los ojos al cielo. Los meteoroides más brillantes pueden dejar una persistente y resplandeciente estela y, dado que las Leónidas no son sólo brillantes sino coloridas, el poder ver un par de meteoroides hará las observaciones nocturnas memorables.
Entre la 1:00 y 3:00 de la madrugada, después de permitir que los ojos se ajusten a la oscuridad, se recomienda mirar el evento hacia el noreste, en dirección opuesta a la Luna, para que su resplandor no estorbe.
La Luna tendrá aproximadamente 43% de iluminación el 17 de noviembre, que caerá a 33% la noche del 18. Aunque las condiciones no serán ideales, por lo menos no será una luna llena.