Antes de la muerte por homicidio de José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, parte de la estructura familiar y de operadores más cercanos del presunto multihomicida ya habían sido capturados en operativos conjuntos del Ejército, la Guardia Nacional y la Agencia Estatal de Investigaciones.
A menos de un mes de iniciados las operaciones conjuntas para dar con el responsable del asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en el templo de Cerocahui, las fuerzas federales y estatales aprehendieron a un primo y al abuelo de José Noriel Portillo.
Tres días después de los hechos donde perdieron la vida los curas jesuitas Javier Campos y Joaquín Cesar Mora, así como del guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, las fuerzas del orden lograron la detención de César Iván ‘N’ y Humberto ‘N’, en un camino de terracería cerca del poblado de Cuiteco, municipio de Urique.
El primero de ellos fue identificado como primo de José Noriel Portillo, alias El Chueco.
La captura, según la versión oficial, tuvo lugar en un operativo de la Defensa Nacional, Guardia Nacional y Fiscalía estatal en la región, identificada como el área de influencia de José Noel Portillo.
El 30 de junio, 10 días después del triple homicidio en el templo, las fuerzas federales y estatales detuvieron a Paciano Portillo, primo hermano de El Chueco, quien según versiones trascendidas en aquel entonces, encargado de la distribución y venta de droga en la región suroeste de la sierra de Chihuahua.
Paciano Portillo, de 34 años, fue aprehendido en el puerto ferroviario de Bahuichivo, municipio de Urique, junto con otras dos personas, según lo dio a conocer la Fiscalía General del Estado el día de la detención.
Siete días después, los mismos operativos federal y estatal aprehendieron a uno de los más cercanos colaboradores del entonces prófugo multihomicida.
Se trataba de Julio César ‘N’, cuya aprehensión fue difundida por el entonces subsecretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, el 7 de julio de 2022.
Según la versión oficial, ese sujeto estaba con El Chueco cuando tiraron los cuerpos de los sacerdotes y del guía de turistas en una vereda cerca de Cerocahui.
La aprensión de Julio César en Mexicali a Julio César ‘N’, quién se encuentra relacionado los homicidios de Cerocahui, fue parte de un operativo conjunto en el que también participó la Fiscalía General de Baja California.
El Fiscal General de Chihuahua, César Jáuregui Moreno, informó que, desde el inicio de las operaciones y hasta este día, se habían capturado a 34 personas presuntamente vinculadas a la banda de El Chueco, además de que se hicieron decomisos de armas y desmantelamientos de campamentos.
La gobernadora Maru Campos dio a conocer que, tras los homicidios perpetrados por El Chueco, se desplegó un operativo en toda la zona aledaña al municipio de Urique, lo que motivó una caída sustancial en las actividades delictivas, como el tráfico de cerveza clandestina y el cobro de “cuotas” a empresas mineras.
Sin embargo, para la Compañía de Jesús y para la Diócesis de la Tarahumara, la muerte de Portillo Gil no es la solución ni el final que se deseaba en torno a los homicidios de sus hermanos religiosos.
Por tal motivo, han demandado que las medidas cautelares que se instrumentaron para proteger a la Compañía de Jesús se extiendan para toda la población y en otros lugares donde abundan los hechos delictivos.
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