Diario Al Norte
Sin categoría

Penal bajo fuego: un festín de sangre pregonaba la fuga anunciada

Los cuerpos de los custodios, maniatados, vejados, dispersos boca abajo en el suelo del cemento, sangre y muerte, eran clara muestra de la bacanal de terror y saña que ahí se vivió

Si lo “dantesco” corresponde a toda imagen o situación que causa espanto, como lo define el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la escena que saltó a la vista de los primeros elementos de las fuerzas conjuntas que arribaron la mañana del domingo 1 de enero al interior del Cereso número 3 de Ciudad Juárez, era peor que eso.

Los diez custodios asesinados como resultado del motín, maniatados, vejados, dispersos boca abajo en el suelo del cemento, sangre y muerte en que quedó convertido el piso de la habitación de acceso, era clara muestra de la bacanal de terror y saña que ahí se vivió, durante el tiempo en que el grupo de reos evadidos esa primera mañana de 2023 aguardó la llegada del “comando armado” a las puertas del penal.

La fuga anunciada

El festín de sangre fue el preámbulo de una fuga más que anunciada desde los primeros intentos de escape del líder delincuencial Ernesto Alfredo Piñón de la Cruz alias “El Neto”, líder de la pandilla “Los Mexicles” que, a la sazón, controlaba el tráfico de droga al menudeo al interior del Cereso.

Una advertencia relacionada con el poder que ejercían los criminales en este centro carcelario, ya había sido lanzada en diversas ocasiones y por diferentes motivos, desde mucho tiempo antes, por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).

Mientras las autoridades estatales afirmaron desconocer la existencia de condiciones de excepción para ciertos delincuentes, desde al menos una década atrás y más recientemente desde 2020, la CEDH había advertido de un “autogobierno” de delincuentes que, a diferencia del resto de la población carcelaria, gozaban de control y privilegios que incluían la libertad de acceso, con llave incluida, a algunas áreas de uso común.

Aunque la CEDH no reportó hallazgos sobre drogas, la existencia del tráfico interno de estupefacientes y la posesión de armas de fuego por parte de grupos privilegiados de internos liderados por El Neto era un secreto a voces.

Celdas VIP con jacuzzi y diversas comodidades, televisores, ochenta aparatos celulares, armas largas y cortas de manufactura rumana, así como drogas y un millón 700 mil pesos guardados en una caja fuerte, fue lo que salió a la luz durante el cateo posterior a la fuga en el espacio que albergaba a El Neto y su grupo de acólitos.

En ese mismo espacio del área 5 del Cereso, que debía ser solo una inocua celda carcelaria, fue donde se fraguó y de donde surgieron las llamaradas de un infierno vivido en las calles de la ciudad, conocido como el “jueves negro” del 11 de agosto de 2022.

Fue esa otra bacanal de violencia y horror ordenada por este líder delincuencial, presuntamente tras enterarse de que estaba en vías de ser transferido a otro penal del interior del país, y luego de la confrontación a balazos ocurrida horas antes en el Cereso, por el control interno del penal.

El “tiro estaba cantado” con el traslado

Sea como fuere y como comúnmente se dice “el tiro estaba cantado” desde agosto, pero los oídos oficiales pecaron de sordos. Todo fue que hasta el líder mexicle llegaran de nuevo las voces que auguraban su inminente traslado para inicios de este año, para que la violencia se hiciera presente en el escenario.

La versión del traslado, sin embargo, fue desmentida posteriormente por el secretario de la Defensa, general Luis Cresencio Sandoval González, mientras las autoridades estatales mencionaban que esta petición sí fue hecha, pero no de manera oficial, sino informal.

La situación del 1 de enero de 2023 inició poco después de las 6:00 horas de lo que debía ser un tranquilo amanecer de domingo, con dos ataques y enfrentamientos entre supuestos sicarios y policías en diferentes puntos de la ciudad.

El primero en la avenida Manuel Gómez Morín contra elementos de la Policía Municipal, hecho que generó la persecución y captura de cuatro sujetos, mientras que el segundo se presentó en la carretera Panamericana, cuando agentes preventivos repelieron una agresión que concluyó con dos atacantes abatidos.

Mientras estas acciones calificadas de distractores para el nuevo intento de fuga se llevaban a cabo, en el interior del Cereso había personas ajenas al penal que pernoctaban tras pasar la noche de fin de año acompañando a algún familiar detenido.

Trascendió a nivel de medios que esto es algo que suele permitirse, previo pago de los “derechos de piso” que algunos dicen cubrir para poder acompañar a sus familiares en la noche de fin de año.

Afuera, otro grupo de familiares de reos hacía fila, a la espera de poder acceder para la visita dominical.

El infierno inició temprano con el 2023

Eran alrededor de las 7:00 de la mañana cuando un grupo de sujetos armados, a bordo de vehículos blindados, arribaron al centro penitenciario, sometiendo a las personas que hacían fila, hiriendo a dos mujeres y un hombre, y abriendo fuego contra los celadores que resguardaban el acceso al penal, para luego tomar el control de las casetas.

Ya entonces, el grupo de convictos estaba listo para la huida tras la puerta de entrada a los patios del centro carcelario, lo cual no se dio de manera tan sencilla, pues en la refriega cayeron cuatro internos muertos.

De manera simultánea y aprovechando la situación, reos pertenecientes a grupos antagónicos dentro del penal propiciaron enfrentamiento entre sí, que derivaron en al menos dos incendios.

Aprovechando el caos, El Neto y, presuntamente su lugarteniente César Vega “El Chilín” lograron evadirse junto con un grupo de reos, hablándose inicialmente de 25 evadidos, luego 27, y posteriormente 30.

Más adelante, las autoridades confirmaron que El Chilín fue uno de los reos fallecidos en el enfrentamiento previo a la fuga.

Mientras los internos eran extraídos, dentro del penal se registraba una intensa balacera que se prolongó por casi dos horas.

Afuera, el caos y el pánico hacían presa de los familiares ante la desinformación existente y las versiones de que había varios reos muertos en la refriega.

El arribo de personal del Ejército Mexicano permitió recuperar en parte el control de penal, dando acceso tanto a personal médico que esperaba en varias ambulancias para dar atención a los heridos, como a la unidad del Servicio Médico Forense que acudió para el levantamiento de los fallecidos.

Al filo del mediodía, mientras elementos del Ejército Mexicano recuperaban el control total del penal, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) reportaban el hallazgo de armamento que se encontraba debajo de un camión de transporte de personal, en las inmediaciones del Cereso.

Ahí fueron asegurados un fusil de asalto con cargador abastecido, y equipo táctico consistente en un chaleco blindado y un casco tipo militar.

Las calles de Juárez, el otro infierno

Durante todo ese lapso se suscitaron varios enfrentamientos, uno de los cuales ocurrió a la altura de avenida Gómez Morín y Ejército Nacional. Se informó de la muerte de dos presuntos sicarios, el aseguramiento de una camioneta con armas en su interior, además de la detención de al menos cuatro gatilleros.

Una estación de servicio de Ejército Nacional y Jacinto Benavente, fue también objeto de un ataque armado que provocó un amago de incendio, sin que hubiera detenidos de por medio.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), informaban de la localización en la zona de Salvárcar de una camioneta Ford Explorer blindada, sin placas de circulación, que en su interior contenía armas largas y equipo táctico.

La cacería de los delincuentes

Se procedió entonces a implementar un operativo estratégico conformado por personal del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, además de elementos de Seguridad Pública Municipal, Seguridad Pública del Estado y de la Agencia Estatal de Investigación.

Siguiendo instrucciones de la gobernadora María Eugenia Campos, el secretario de Seguridad Pública Estatal, Gilberto Loya, dispuso el envío de elementos a Ciudad Juárez desde diferentes puntos del estado, además del despliegue de la unidad aérea Águila 02.

La tarde del domingo el Gobierno del Estado hacía un recuento pormenorizado de la situación, difundiendo imágenes que mostraban a internos sometidos y a elementos del Ejército y las diversas fuerzas del orden realizando inspecciones.

Juárez, en la mira nacional

Para entonces, Ciudad Juárez estaba en la mira de los medios nacionales, agencias informativas y medios internacionales que, con el manejo de diferentes versiones en cuanto a muertos y evadidos, daban cuenta de los hechos citando a la ciudad como una comunidad en estado de inseguridad crónica.

La situación ubicó a Ciudad Juárez como tendencia en Twitter, teniendo hasta las 13:00 horas del miércoles, un total de 9 mil 938 tuits que utilizan el hashtag “Ciudad Juárez”, algo que no sucedía desde la llamada “Guerra contra el Narco” llevada a cabo en esta ciudad por órdenes del expresidente Felipe Calderón.

El lunes las manifestaciones de reprobación, acusaciones y señalamientos procedentes de diversas fuentes políticas y sociales no se hicieron esperar.

Los grupos parlamentarios del Congreso del Estado intercambiaron señalamientos, acusaciones y repartición de responsabilidades a los Gobiernos de sus respectivos partidos.

A través de las redes sociales, la Fiscalía del Estado difundió esquelas con los nombres de los custodios asesinados, lamentando su deceso, y mencionando los nombres de Manuel Rodríguez Soria, Carlos Santiago Padilla Silva, Abel Juárez Hernández, Víctor Hugo Rivera Meraz, Carlos Ernesto Salinas Bañuelos, José Ausencio Pérez Puentes, Jaime Arciniega Alvarado, Guadalupe Gámez Galán, Domingo Trejo Serrano y Édgar Omar Hernández García.

La Fiscalía también dio a conocer los nombres de los siete reos que perecieron durante la refriega, destacando el de César Vega Muñoz, apodado El Chilín, identificado como lugarteniente de El Neto. Además de informar de 10 internos y tres custodios que resultaron lesionados.

El secretario de Seguridad Pública Municipal (SSPM), César Omar Muñoz, anunciaba que la corporación estaría coadyuvando en todo lo que solicite el Ministerio Público, puntualizando que los hechos del domingo no tenían relación con lo ocurrido el jueves negro de agosto de 2022, y descartando un posible repunte de la violencia en la ciudad.

El fuego desatado el lunes

La tarde de ese lunes, durante las acciones de búsqueda de los reos evadidos, se registraron dos nuevos enfrentamientos entre elementos policiacos y sujetos armados.

Elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) realizaban recorridos de búsqueda por el fraccionamiento Canto de Murano, cuando hombres armados los enfrentaron, desatándose una balacera que generó pánico entre los habitantes del sector.

Dos agentes ministeriales quedaron sin vida en el lugar y otros dos resultaron heridos, motivando la petición de refuerzos a otras corporaciones.

Una nueva búsqueda derivó en otro enfrentamiento, esta vez a la altura de la avenida Valle del Sol y calle Júpiter, en la cual se logró la aprehensión de cinco pistoleros y el aseguramiento de armas, equipo táctico y una camioneta blindada.

Tras una persecución en la calle Valle del Sol, policías municipales detuvieron a cinco personas y aseguraron una camioneta Ford Explorer blindada, así como siete armas largas, dos armas cortas, cinco chalecos blindados y 737 cartuchos útiles de diversos calibres.

Adiós al director del Cereso, bajo investigación

El martes 3 de enero amanecía con la noticia de que el director del Cereso, Alejandro Alvarado Téllez, quien está en investigación por estos hechos, había sido cesado, en un hecho que también fue informado en un mensaje en video difundido a través de redes sociales por la gobernadora María Eugenia Campos.

En dicha emisión, la gobernadora asumió la responsabilidad de los hechos que, dijo, vienen generándose desde administraciones anteriores, y anunciando acciones “contundentes” para “cambiar de fondo el problema de la inseguridad, así como el sistema penitenciario, y particularmente la violencia generada en los penales”, según prometió.

A este anuncio se sumaron las exigencias de la bancada morenista en el Congreso del Estado, de que el Fiscal General, Roberto Fierro Duarte, presente su renuncia voluntaria pues, según el diputado Cuauhtémoc Estrada, coordinador de esta fracción, sería “lo más honorable” ante el fracaso de su gestión.

El plazo para “limpiar” los penales

Por su parte, el fiscal Fierro pidió un plazo de tres meses para “limpiar” los penales en el estado de una situación a la que calificó de “heredada” de administraciones anteriores.

Ese martes también se dio a conocer que un total de 191 internos, todos presuntamente integrantes de la pandilla de Los Mexicles, habían sido trasladados a cinco diferentes Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos) en el país.

De acuerdo a los reportes oficiales, 35 de estos reos fueron enviados al Cefereso número 4 “Noroeste”, de Tepic Nayarit; 41 al Cefereso número 13 “CPS Oaxaca”, de Miahuatlán, Oaxaca; 38 al Cefereso número 5 “Oriente” de Villa Aldama, Veracruz; 36 al Cefereso número 15 “CPS Chiapas” de Villa Comatitlán, Chiapas; y 41 más al Cefereso número 1 del “Altiplano” en Almoloya de Juárez.

Para la tarde del martes, “con el propósito de revertir el incremento en los índices delictivos y de homicidios vinculados a la delincuencia organizada”, según comunicado oficial de la Sedena, arribaron a la ciudad 300 elementos de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano.

Al respecto, el Gobierno federal informó que estos elementos se sumarán a los esfuerzos que realizan el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, bajo la consigna de coordinar esfuerzos con las autoridades estatales y municipales.

La misión principal será fortalecer el Estado de Derecho y colaborar para la detención de integrantes de la delincuencia organizada, con pleno respeto a los derechos humanos, según el comunicado.

El dolor de una despedida no esperada

La mañana de este miércoles, entre lágrimas, sollozos y reclamos, familiares de los policías que fallecieron durante los últimos eventos violentos vividos en Ciudad Juárez, acompañados de compañeros de trabajo, gobernantes y ciudadanos en general, participaron en un homenaje luctuoso de cuerpo presente en la plaza de la Megabandera.

Mientras tanto, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), Gilberto Loya, informó los esfuerzos de su corporación, en coordinación con el resto de las dependencias integradas al operativo especial, estaban enfocados a recapturar a los evadidos, pero apresurándose a aclarar que esto se haría sin descuidar al resto del estado.

Enlace a la fuente

Noticias relacionadas

FOTOS: Estas son las imágenes del terrible accidente en el que 39 trabajadores de Foxconn resultaron heridos

Diario Al Norte

Quieren aumentar el pasaje en las rutas… ¿Y cómo quieren que los queramos si ustedes nunca nos han querido?

Diario Al Norte

¿Quién queda en el proceso de compra de Banamex?

Diario Al Norte