Cristal había compartido prácticamente toda su vida con Edith y sin dudarlo asegura que era su mejor amiga. No logra aceptar que ya no vive.
Por eso, cuando se enteró que un vehículo embistió a varios compañeros que estudiante en el Cecytech, su corazón se empezó a acelerar.
“Tuve como un presentimiento”, dice mientras se toma las manos y las aprieta contra su pecho.
Menciona que ella cursa el segundo semestre de prepa en el mismo Cecytech de Ciudad del Conocimiento, donde Edith iba en sexto, de tal manera que no siempre abandonaban el edificio juntas.
El pasado lunes iba saliendo del plantel cuando se empezó a correr la voz de que habían atropellado a alumnos.
“Yo salí y vi a un compañero de su salón llorando, pero como yo no vi a otros con los que casi siempre venimos, que es su primo y otra amiga, pensé que a lo mejor habían salido más temprano y se habían ido a la casa”, comenta.
Explica que instantes después observó al primo de Edith, relativamente tranquilo y no se sobresaltó tanto, sin embargo algo se empezó a revolver en su mente.
“De repente me agarró como un presentimiento, unas ganas de llorar y mandé a una amiga a preguntar si sabían algo de Edith y vi que nada más señalaron a donde estaba el carro y ya ahí fue cuando me enteré”, narra con los ojos humedecidos y la voz entrecortada.
“Es difícil no verla ya”, subraya.
Luego compartió algunas de las fotografías que se tomaron en distintos momentos, agrega que al igual que sus familiares y compañeros, lo único que piden ahora es que se haga justicia, porque el conductor de un auto que conducía alcoholizado les arrebató a una persona muy querida.
“Que pague”, dice entristecida.
Francisca Xolos, madre de Edith, menciona que el grupo completo de su hija fallecida, acudió el pasado miércoles a la casa donde fue velada.
Ahí le manifestaron su solidaridad y le dijeron cuánto apreciaban a Edith.
Le explicaron sobre la buena conciencia de su hija, sobre el celo por su gente y su interés porque las cosas siempre se hicieran de manera correcta.
“Me dijeron que cuando algún maestro los regañaba en grupo, ella guardaba silencio pero ya cuando se iba, ella se ponía de pie y empezaba a regañar a todos sus compañeros sobre su comportamiento”, afirmó.
Acerca de su amiga Cristal, indicó que siempre se la mantenían juntas
“Ella siempre venía para acá (a la casa) o mi hija iba para allá, siempre unidas”, añade.
Señala que se iban juntas a la escuela o se regresaban, en compañía de un primo de Edith.
Sostuvo que Cristal se ha mostrado muy afectada por la muerte de Edith, porque compartieron su vida desde niñas y ahora en la adolescencia mantuvieron esa fuerte amistad.