En Ciudad Juárez al menos 26 mil adolescentes entre 12 y 15 años dejaron la escuela, situación que los deja vulnerables y en manos de las adicciones o la delincuencia
A través del programa de Escuelas para Menores con Maduración Asistida (EMMA), alrededor de mil adolescentes de entre 12 y 15 años que desertaron de la escuela pudieron regresar a las aulas, pero el universo de menores con ese problema es mucho mayor, dijo el delegado de los Programas para el Desarrollo, Juan Carlos Loera de la Rosa.
Explicó que esa estrategia se instauró en 30 escuelas, donde se atiende a una trentena de adolescentes en cada una.
Los menores rescatados ya habían desertado de la secundaria y estaban en riesgo o en una etapa temprana del consumo de drogas, porque no se atiende a quienes ya enfrentan un problema de esa naturaleza, quienes requieren de un tratamiento médico especializado.
Dijo que, lamentablemente, no hay atención médica para los jóvenes o adultos con alguna adicción, lo que es una grave carencia en el estado y de manera particular en Ciudad Juárez, donde se carece de tratamiento a la salud mental.
Estas escuelas, agregó, atienden a jóvenes que están en fases muy iniciales de consumo o que son acechados por las drogas y ha dado resultados.
La atención dura un año y la Secretaría de Bienestar apoya con alimentos y asesoría psicológica, mientras que la Secretaría de Educación del estado participa con maestros, validez y certificación de los estudios.
Agregó que este modelo es un programa integral de asistencia psicosocial, educación, deporte bajo el cual ahora mismo se atiende alrededor de mil jóvenes en estas escuelas, el problema es que otros 25 mil no reciben atención alguna.
“Estamos casi 20 veces debajo de lo que Ciudad Juárez necesita y que debemos de atender de manera urgente”, advirtió.
Insistió en que el consumo y la venta de estupefacientes es uno de los problemas donde las autoridades deben estar concentradas para abatirlos, sobre todo en la etapa de la secundaria, de 12 a 15 años, ya que se debe disminuir en primer lugar la deserción.
Más allá de los jóvenes estudiantes que encontraron con drogas (en el Plantel 19 del Colegio de Bachilleres), el verdadero problema son los que desertan y que no están yendo a la escuela. Ante tal circunstancia, indicó, quedan en una situación muy vulnerable y casi todos realizan actividades delictivas sin que exista una política de atención para ellos.