Tras días de ausencia por supuestas acciones correctivas de la Conagua por la venta ilegal de agua de pozos de riego, vuelve el llenado clandestino de pipas
Como una simulación o una burla, califican habitantes de Riberas del Bravo el regreso de la actividad de extracción y venta ilegal de agua de pozos agrícolas de la zona.
Esto luego de un tiempo de relativa calma en que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunció que estaría interviniendo para posibles clausuras y sanciones.
Pero según vecinos de la etapa VII de Riberas del Bravo, este fin de semana de nuevo se dejaron ver las grandes pipas que comercializan el agua extraída clandestinamente.
En este caso en particular en los terrenos del balneario Valle Verde a donde de nueva cuenta están acudiendo pipas de enorme capacidad a surtirse de agua.
El agua así extraída es posteriormente llevada para su venta a diversos puntos de la ciudad para diferentes giros comerciales y de servicio.
Regina D., habitante de la zona, quien hizo llegar imágenes de esta actividad a la redacción de Norte Digital, manifiesta que en este caso se destina a la construcción.
“Están construyendo un centro comercial aquí cerca y allá es a donde están llevando el agua para venderla. Lo malo, oiga, es que a todos nos tienen aquí hasta sin poder bañarnos, porque no hay presión del agua por culpa de estos abusones”, manifestó con gran enojo.
Por su parte, Elizabeth R., también habitante del sector, considera la situación como una burla en la que todo lo están arreglando con dinero.
“Ya ni la burla perdonan. Creo que tienen muy bien compradas a las autoridades correspondientes, por eso no se hace nada, y aquí el único que la lleva es uno; siguen las pipas sacando agua, hasta se forman aquí y uno sin presión de agua… sin nada”, manifestó indignada.
A principios de enero, Norte Digital informó de esta situación que ocurre no solo en Riberas del Bravo, sino en otros puntos ubicados en la antigua zona del valle.
En su mayoría se trata de pozos que han sido absorbidos por la expansión de la mancha urbana sin que a la fecha la Conagua haya procedido a su clausura o cambio de giro.
Esto ha llevado a la proliferación de un muy rentable mercado negro del agua en la ciudad, al que sólo la intervención de la Conagua puede someter al orden.
Además de constituir una irregularidad legal, la extracción es indiscriminada, lo que, a decir de representantes de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, compromete la integridad del acuífero.
Son pozos que no pagan derechos de extracción a la Conagua y que, supuestamente, tienen condicionado el uso de una cantidad muy específica de agua.
Pero la supervisión requiere de una constante presencia de inspectores que, sin embargo, la Conagua dice no tener en número suficiente para realizar esta labor.