Tiroteos, incendios, robo de vehículos y narcobloqueos se registraron en la madrugada de este 5 de enero tras la detección de Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín Loera (El Chapo), quien se convirtió en uno de los criminales más buscados por el gobierno estadounidense.
Es bajo este contexto que recordamos cuando la Administración de Control de Drogas (DEA) reveló la ocasión en que “El ratón” como también se le conoce, aparentemente mandó a matar a un cantante popular mexicano por no presentarse en su boda.
En febrero de 2019, López fue acusado por el Departamento de Justicia del país americano: de conspiración para distribuir drogas a Estados Unidos. En aquel entonces el gobierno mexicano realizó un operativo fallido en Culiacán (Sinaloa) en el que intentó capturarlo pero posteriormente fue liberado debido a la violencia y los fuertes enfrentamientos que se desataron.
Los hermanos Joaquín Jr y Ovidio estaban a cargo de 11 laboratorios de metanfetaminas en la región y se producían hasta 2 mil 267 kilogramos de drogas al mes señaló el Departamento de Justicia.
Ovidio ordena el asesinato de un cantante
En una ficha publicada por la DEA el 18 de enero del año pasado, se informó que el capo había ordenado varias muertes, entre ellas la de un cantante mexicano.
«Información indica que Ovidio Guzmán López ha ordenado los asesinatos de informantes, un narcotraficante y un popular cantante mexicano que se había negado a cantar en su boda», se leyó.
Hasta la fecha se desconoce el nombre y género de la persona. Esa misma semana , Washington anunció una recompensa de 5 millones de dólares por la información que condujera a su captura.
Además añadieron que los estupefacientes eran vendidos a otros miembros del cartel de Sinaloa y a otros distribuidores de Estados Unidos y Canadá.