Hace dos días se dio a conocer la noticia de que Thomas, el avestruz del Parque Central, había fallecido debido a su vejez, de acuerdo con lo confirmado por Mario Alberto de León, veterinario del parque. El ave tenía 40 años de edad, y su especie suele vivir de 40 a 50 años en cautiverio.
La muerte de Thomas tomó por sorpresa a los juarenses, pues ocurrió apenas a unos meses del fallecimiento de la jirafa Modesto. Este hecho desconcertó aún más a Juan Carlos, empleado de la cafetería que se encuentra frente al espacio donde solían habitar Thomas y Modesto.
Durante 8 años Juan Carlos convivió y alimentó a ambos animales, a quienes describió como buenos amigos con personalidades opuestas, pero siempre unidos.
“Modesto era como un perrito”, mencionó Juan en entrevista para Norte Digital, y agregó que al contrario del gigante amarillo, Thomas era un tanto más huraño, aunque con algo de comida cualquiera podía conseguir que se le acercara.
“Desde que murió Modesto yo lo veía un poco decaído. No sé si a los animales les pegue igual que a los humanos, pero tenía la mirada decaída. Antes te veía y abría sus alas, pero dejó de hacerlo en las últimas semanas”, relató Juan Carlos.
“Thomas no era tan sociable, a mucha gente le daba miedo porque a veces les agarraba la mano completa cuando intentaban alimentarlo. Se siente el cambio, todos en el parque notan la ausencia de ambos”, agregó.
Juan Carlos comentó que los domingos se llegaban a registrar hasta 25 mil entradas, pero después de la pérdida de Modesto, 7 mil entradas se volvieron muchas. Mencionó que con la muerte de Thomas podría ser aún más difícil que aumenten esas cifras.
“Siempre voy a recordar lo opuesto de sus personalidades. A Thomas yo le acariciaba el pecho y a él le gustaba mucho eso, tanto, que empezaba a hacer el baile que hacen las avestruces para cortejar a las hembras, y Modesto pues, era un amigazo”, relató Juan.
