Destaca políticas y estrategias que dan ventaja al país para un eventual crecimiento sostenible
Los mercados están confiando en México gracias al potencial de crecimiento que tiene el país, sostenido por estrategias que se llevan a cabo como el nearshoring, y por tener un portafolio de la deuda blindado, aunque no a prueba de balas, aseguró la secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
María del Carmen Bonilla, titular de la Unidad de Crédito Público de la dependencia, expuso que ya no se están fijando solamente en que tengamos grado de inversión en la calificación soberana de la deuda y por los fundamentales macroeconómicos.
“También por otras políticas y estrategias, que en un horizonte mayor le dan ventaja a nuestro país para un eventual crecimiento sostenible, que se ven reflejados a favor de nuestra moneda frente al dólar”, sostuvo durante su participación en la Cátedra SHCP 2023, organizado por la facultad de Economía de la UNAM.
Afirmó que en el largo plazo el mercado le está concediendo a México el tema de potencial crecimiento, por el nearshoring, el que se puede generar, por ejemplo, si en algún punto se hace una política de inclusión financiera, alguna política de género, porque las mujeres pueden contribuir con algún porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) potencial.
“Todas estas estrategias que se están atacando a través de la política sostenible del gobierno federal, ya tienen cierta visibilidad. No sólo se está viendo la parte del grado de inversión o la macro, sino también que en algún momento potencialmente pudiera devenir demanda por algunas otras políticas. Esto se está descontando y esto también es reflejo de la estabilidad del tipo de cambio”, manifestó.
Manejo de pasivos del Gobierno federal
Al hablar sobre las estrategias de manejo de pasivos del gobierno federal, y sobre el mayor endeudamiento derivado de la crisis por Covid-19, la funcionaria esgrimió que “fue un efecto de valuación 100%, subió respecto al PIB, dio un brinco importante, pero fue porque no crecimos”.
Sin embargo, destacó que ya pasó y regresó porque la deuda sobre PIB ahora está a niveles por debajo del 50%, y lo mantienen anclado ahí, además de que tuvo un beneficio porque les permitió “tener un colchón” en el costo financiero y para implementar políticas de administración de riesgos y para el tipo de cambio.
“Esto al final es beneficioso porque al final de cuentas el portafolio es muy resiliente; ahora está mucho más blindado, no podría decir que está a prueba de balas porque nada está a prueba de balas, pero está muy blindado para choques externos, precisamente por la composición y todos los efectos de administración de riesgos”, reconoció.