Diario Al Norte
Sin categoría

Gobierno debe dejar discurso de “se matan entre ellos” y condolecerse con la sociedad: investigadora

Por Diego Villa |

Para la investigadora del Colegio de la Frontera Norte, Julia Monárrez Fragoso, “el problema no es solo el crimen organizado, sino lo que hace el Estado para detenerlo”.

Esto lo plasmó en un artículo publicado en el portal de Animal Político, dedicado “con un profundo respeto, rabia, dolor y tristeza, para todas las víctimas de la banalidad del mal”.

Luego de una semana llena de ataques de grupos criminales, al patrimonio y a la vida de la población mexicana en Guanajuato, Jalisco, Chihuahua, Baja California y más recientemente Colima, Monárrez Fragoso señala que tras años de este tipo de violencias, “la respuesta del Estado a lo largo de estos años no logra contener, mucho menos terminar con el conflicto bélico”.

Los discursos y las acciones emprendidas por los distintos Gobiernos en el país solo muestran “la ‘renuencia’ para aceptar lo que las personas que sufren están experimentando”.

Sobre estos discursos y acciones u omisiones, Norte Digital habló con la doctora Monárrez Fragoso.

Julia Monárrez

Norte Digital: ¿Qué discurso o qué discusión debe tener el Estado en casos de violencia como los de la semana anterior?

Julia Monárrez Fragoso (JMF): Deben de tener palabras en las cuales se conduelan de lo que ha pasado a las víctimas. Deben de presentarse en los lugares donde está ocurriendo lo que pasa.

Que reconozcan que estamos en una violencia inagotable. Que no manden mensajes en los cuales nos digan que la ciudad es resiliente: no es una ciudad resiliente, es una ciudad abatida; es una ciudad que ha sufrido la violencia hace muchos años, y no se trata de ponderar la capacidad de la ciudad de estar soportando la violencia, sino que la ciudadanía está abandonada. Una espera que se reconozcan las víctimas, que se reconozca la violencia y que le den a las poblaciones elementos verídicos de qué es lo que está pasando, y que ya no digan “se están matando entre ellos”. Por eso se formó el estado: para otorgar justicia y para evitar que las personas se maten entre ellas.

ND: ¿Qué es lo que la ciudadanía experimenta? ¿Qué está negando el Estado con el discurso actual?

JMF: En primer lugar, es un dolor muy profundo al perder un ser querido. Si de por sí el paso de la vida a la muerte de una forma natural por deterioro biológico, por una enfermedad que termina con la vida de las personas, es un paso muy doloroso… la muerte es dolorosa. La muerte siempre nos resistimos a que pase en nuestros seres queridos. Cuando la muerte es parte de un ataque violento como lo que estamos viendo, es todavía muchísimo más. Cuando yo digo que no hay esa compasión para quienes están sufriendo, es porque las personas no salimos con esa libertad de estar caminando en las calles a ciertas horas, a ciertos lugares. Siempre vas con cuidado de que algo vaya a pasar, siempre vas con cuidado de que algo puede suceder en el momento menos preciso… [pero] no hay momentos precisos para la muerte.

Esto no es decir “es culpa de la administración pasada”, “es culpa”, no sé, “de tal sistema político o económico”, no.

A las personas lo que les interesa es salir a la calle con seguridad; a las personas lo que les interesa es que su patrimonio no sea robado. Eso es lo que les interesa. Eso es lo medular.

En Ciudad Juárez, se habían ganado (antes de que comenzara este conflicto bélico) libertades de las niñas, los adolescentes, de salir, jugar en las calles. Con libertad.

Hoy un padre, una madre de familia no puede dejar a su niño o a su niña sola porque algo le puede pasar. Los y las adolescentes tampoco salen solas, porque siempre hay ese temor de que su hija sea desaparecida.

Entonces no podemos decir “en algo andaban”. ¡No! Si la autoridad dice “en algo andaban”. ¿En qué andaban y por qué no investigan? Y si hay cosas que sancionar, pues se sanciona.

ND: Es un discurso revictimizante, ¿no? El decir que se están matando entre ellos o que todas las víctimas son por un reacomodo de estas plazas…

JMF: Sí, ya llevamos muchos con eso. ¿Cuándo se van a terminar de reacomodar?

ND: ¿Qué gana o qué ignora el Estado negando la realidad de la que habla, a la que le están dando la vuelta en el discurso?

JMF: En primer lugar, atender una población que está sufriendo, temerosa. Y tener un oído fino, escuchar qué es lo que quiere la población. Por ejemplo, fue la Policía Municipal la que hizo frente y fue la que se llevó toda la táctica. Entonces, ¿por qué no se está dando mayor financiamiento a la Policía Municipal? Yo siempre he dicho que quienes deben de ganar y ganar muy bien, son quienes trabajan en la Policía, como bomberos, en la Cruz Roja, son quienes levantan la basura. Todas esas personas son quienes articulan con su trabajo y sostienen la limpieza y la seguridad de la población. Ahí es donde debería de estar el peso económico y de formación.

Por otro lado, me parece que también se tiene que reconocer cuando estos delitos, que son delitos federales, el estado no puede atenderlos. Debe haber una articulación entre las Policías municipales, estatales y el Gobierno federal.

ND: ¿El cuerpo social puede acusar de algo al Estado?

JMF: Cuando hablo sobre cuerpo social, es la sociedad. Cuando digo que las declaraciones actúan sobre la moral de la sociedad, si se dice que que son malos, que se matan entre ellos, entonces lo que enseñaron de ese compromiso moral que tienes con las otras personas, ya no lo tienes porque dices “ah, no, es culpa de ellos o de ellas”, “si las chicas se desaparecen es porque en algo andaban”.

ND: ¿Se crea una sociedad menos empática?

JMF: Menos empática hacia quien está sufriendo, sí. Y dices “ni salgo a marchar con familiares de víctimas de desaparición. ¿Por qué? Porque ya me han dicho que es culpa de ellos”. Entonces ya no los apoyo. Y no reconoce uno.

Yo lo he visto en los periódicos cuando dicen “mire que asesinaron a mi hijo y lo despedazaron”, y escribe la gente “qué bueno que lo despedazaron y lo mutilaron”. Eso no puede ser, hay una dignidad en el cuerpo de las personas. No tenemos el derecho de quitarle la vida a las otras personas, mucho menos a desarticular un cuerpo.

Los cuerpos tienen esa calidad de sagrados en el sentido de que toda tu humanidad es parte de una sacralidad, y cuando alguien destroza el cuerpo de la otra persona, al destrozarlo o al mutilarlo, separa esa unidad completa. Por eso, lo de que dejen las cabezas aparte, los cuerpos y los brazos en un lado, las piernas en otro, es una desarticulación de una unidad sagrada que es el cuerpo.

Luego, cuando lo desarticulan, mutilan, decapitan los cuerpos, mandan un mensaje a la sociedad, y la sociedad tiene miedo. Yo quisiera que las autoridades dijeran “quienes desarticularon o desmembraron, mutilaron, decapitaron, incineraron, son estas personas, y van a ser sentenciadas a tales y tales años”.

Esto no va a volver a ocurrir en nuestra sociedad. No me vengan con un discurso de que Juárez es generosa, y que recibe a gente de todas partes. ¡No! Eso no es lo que yo necesito, eso no es lo que la sociedad necesita. Lo que necesita es justicia y que no se sigan cometiendo estos crímenes.

* En su artículo, Monárrez Fragoso señala que “somos una nación con una memoria herida, con grandes fracturas humanas y pérdidas de vida irrecuperables. Solo la verdad y la justicia pueden dar un poco de alivio a las heridas personales y sociales”.

Enlace a la fuente

Noticias relacionadas

Chávez advierte a “Canelo” sobre su revancha contra Bivol

Diario Al Norte

Pasará 27 años en prisión por violar y abusar a dos niños

Diario Al Norte

Video: Trolean a Piqué con canción de Shakira durante el Barcelona contra Mallorca

Diario Al Norte