Toman profesionistas un curso que para atender a quienes cometieron delitos graves, como homicidio, para que aprendan a controlar sus emociones
Como una estrategia para prevenir que jóvenes que generan violencia y cometieron delitos graves, como homicidio o abuso sexual, repitan esas conductas, 36 sicólogos que los atienden tomaron un curso para ayudar a mejorar la tasa de reinserción social.
Rubén Daniel Castañeda, director de Mente CDAT (Centro de Desarrollo y Atención Terapéutica), Asociación Civil (AC), fue el encargado de la actividad que se desarrolló este día en las oficinas de Pueblito Mexicano.
La A. C., dijo, se dedica desde hace 20 años a trabajar con jóvenes en conflicto con la ley, que están en riesgo de generar violencia o de ser victimízalos.
Explicó que se capacitó a un conjunto de sicólogos de diferentes instancias de gobierno que atienden a jóvenes que han cometido a algún delito grave, como homicidio, abuso sexual.
La intención es buscar que tengan una mejor tasa de reinserción a la sociedad; es decir, que cometan menos delitos una vez que terminen su proceso judicial.
Es importante apoyar también a los jóvenes que han cometido delitos y que están pendientes de recibir una sentencia para ayudarlos a que no vuelvan a cometer actividades antisociales.
El curso tiene base en un modelo de terapia cognitivo-conductual que es lo que, a nivel mundial, se reconoce que tiene más eficiencia en la reducción de la violencia entre los jóvenes.
“Estamos ayudando a que estos profesionistas de la conducta estén preparados para atenderlos y ayudarlos a que dejen de asumir estas conductas”, explicó.
La intervención, continuó, tiene que ver con que todas las personas tienen una serie de condiciones con las que pierden el control.
En la medida en la que se puedan identificar esos detonantes que ayudan a tener un estilo de vida negativo, pueden ser manejables y pueden ir eligiendo mejor las cosas en su vida, dijo.
Añadió que el modelo promueve que estos profesionistas se formen y que en el corto plazo, dos o tres meses, comiencen a replicarlo.
Por cada sicólogo que toma el curso, indicó, atenderá a por lo menos ocho jóvenes de los que generan violencia en la ciudad.
