Por Diego Villa |
Decenas de migrantes predominantemente originarios de Venezuela han estado durmiendo desde el viernes al exterior de las instalaciones del Consejo Estatal de Población, cerca de la Presidencia Municipal.
Tras haber sido expulsados de Estados Unidos o no haber ingresado para evitar antecedentes migratorios, la población venezolana que arribó a Juárez en días pasados se ha concentrado en dichas instalaciones, a donde los atraen para brindarles asesoría sobre su estado migratorio.
En un edificio blanco con escaleras al segundo piso en su exterior, se encuentran postradas decenas de personas, hombres, mujeres y niños, cubiertas con cobijas para aminorar el frío. Cubren todas las orillas de la fachada y de los barandales que delimitan la extensión de la Coespo.
Inclusive, se acuestan en unas estructuras de concreto que forman parte del techo del paso a desnivel del bulevar Bernardo Norzagaray que se construyó para evitar la obstrucción del tren.
El clima más frío de lo que ha sido en semanas anteriores los afectó, al grado de que no faltan toses durante la observación. Al interior del Coespo hay también personas sin voz que declaran que la lluvia las ha enfermado.
Duermen ahí porque, de acuerdo con la Coespo, los albergues y refugios con los que se trabaja (parte de la Red Somos Uno por Juárez, la Casa del Migrante y los administrados por la Federación y el Municipio) están al máximo de sus capacidades.
Enrique Valenzuela, coordinador general de Coespo, compartió que se está planteando la posibilidad de habilitar más espacios. Sin embargo, no hay nada seguro aún, por lo que seguirán esperando la rotación de personas en movilidad en los albergues habilitados para dar entrada a la población venezolana que actualmente está en situación de calle.
Se trata de hombres y mujeres, niños y adultos mayores, que atraviesan durante aproximadamente un mes siete países en busca del sueño americano, que ha quedado trunco por el momento, con el término de la excepción al título 42 del gobierno de Estados Unidos.
Con esta medida, ya ninguna persona migrante podrá entrar de manera ilegal a aquel país sin hacerse acreedora de antecedentes migratorios negativos.
Por el contrario, Estados Unidos implementó un programa de solicitud de residencia para personas venezolanas, en el que se deben cumplir distintos requisitos, entre los que destaca el tener un patrocinador residente o ciudadano estadunidense que costee el viaje, comida y hospedaje de la persona migrante.
Mientras tanto, de acuerdo con Valenzuela, se han recibido un aproximado diario de 200 personas de origen venezolano desde el 12 de octubre al Coespo, mismas que reciben asesoría legal, algunos víveres, ropa e incluso atención psicoemocional por parte de la dependencia estatal.