A ver qué opinan los octogenarios de la UACJ que simpatizan con las invitaciones de AMLO
No recuerdo cómo se llamaba, pero le decíamos Miss Aranda, era nuestra maestra de inglés -muy solicitada y apreciada por los alumnos- de la secundaria Altavista y congeniaba muy bien con la banda, ya que nos contaba historias con mucha pasión. Por ejemplo, aquella sobre que John Fitzgerald Kennedy era el primer presidente católico. ¡Nos hizo vibrar!
Miss Aranda era una morenaza de cabello corto, rosado, de cara bella, tenía su personalidad muy reafirmada ya que siempre vestía suit (se pronuncia “sut”): saco con falda o pantalón y blusa muy abotonada hasta el gaznate, siempre muy maquillada y estiradita de su cara, cuando daba su clase las cejas se le levantaban en proporción con la emoción.
“Ustedes nacieron en otra época, yo recuerdo cuando el Apolo llegó a la luna, todos estábamos a la expectativa, fue un acontecimiento que luego pudimos ver en la televisión. Ahora ustedes se dan el lujo de ver cómo explotan las naves en vivo”, decía.
Miss Aranda estaba asombrada, en aquel entonces, de que la tecnología estaba muy avanzada y lo llamaba un lujo. Hacía referencia a las comodidades con las que habíamos nacido. Ya no supe dónde quedó la maestra, pero si hoy supiera de los lujos que se dan en la UNAM, quien ahora le va a dedicar una cátedra a Bad Bunny, a ese personaje lépero, pelado, macho, pornográfico, soez, corriente, naco, nuevo-rico será objeto de estudio, seguramente se infartaría.
No, no le van a sacar el cerebro, tampoco lo meterán en un tubo de ensayo y mucho menos creo que vayan a estudiar su ADN, pero asombra que los chilangos estén tan preocupados por el fenómeno que representa, mientras la CDMX se está ahogando en problemas: le falta el agua, abunda la basura, el Metro se incendia y choca, además la violencia exacerbada y el esmog que los cubre; pareciera que les gusta que en las fotos salga el cielo borroso. ¡Ah! Pero se darán el lujo de dedicarle lana del erario a estudiar un “fenómeno”, que servirá para “ocupar” a los alumnos y científicos chilangos.
Seguramente dentro de una línea estructuralista tendrán que ver la perspectiva del lingüista Ferdinand de Saussure y efectuar un profundo análisis a la letra de “si tu novio no te m*ma el c**o”. Estoy en espera de ver cuál fue la metodología y los resultados de la cátedra, pero lo mejor (o lo peor) es que la UNAM marca el camino académico, no faltarán otras universidades del interior de la República que se sumen al análisis epistemológico y alguno de esos sociólogos casado con la teoría (muy sabios, pero no saben cuánto cuesta un litro de leche) que te recomiende leer cuatro autores franceses, uno alemán y otro ruso para entender al Conejo.
En algunos años también será motivo para crear una revista científica en donde participen los más connotados científicos SNI III, ofreciendo una amplia justificación a la conducta del Conejo Malo y sus letras corrientes. Vaya manera de gastar los recursos públicos.
A ello se suma AMLO, quien ha hecho una invitación para que cante en el Zócalo. ¡Bien, presidente!
Por su parte, Claudia Sheinbaum ya aportó su granito de arena y se ufanó en las redes de ser de las primeras en escuchar el nuevo éxito de Bad Bunny. ¡Miss Aranda, este es un lujo!
Oráculo de Delfos
A ver qué opinan los octogenarios de la UACJ que simpatizan con las invitaciones de AMLO.
*Los comentarios del autor son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la visión del medio.
Contenido Relacionado