Este lunes ya no se vieron migrantes por sitio donde la semana pasada se arremolinaron cientos que buscaban asilo político
Migrantes desistieron de cruzar el río Bravo a la altura del marcador número 40, luego de que la semana pasada un rumor los hizo pensar en masa que cruzar por una puerta ubicada en el muro metálico, les abriría el proceso para solicitar asilo político en Estados Unidos.
En un recorrido de Norte Digital, se observó que este lunes estaba desierto de migrantes dicho punto.
El miércoles 8 de febrero, unas 500 personas, principalmente de origen venezolano, se internaron por el río a pedir a los agentes de la Patrulla Fronteriza que los recibieran.
Este lunes, solamente se encontraban estacionados algunos vehículos en la puerta 40 del muro, aparentemente de los soldados de la Guardia Nacional de Texas.
De lado mexicano, tres elementos del Instituto Nacional de Migración se encontraban vigilando que ninguna persona se acercara al río Bravo con intenciones de cruzar ilegalmente.
Refirieron que el flujo de personas en movilidad ya era muy bajo por el sector.
La semana pasada, la Patrulla Fronteriza advirtió que seguirán siendo expulsados bajo el Título 42 a quienes ingresen ilegalmente a Estados Unidos.
Según se dio a conocer, no existe ningún esquema para recibir indocumentados venezolanos o de alguna otra nacionalidad de esa manera, por lo que seguirán las expulsiones exprés previstas en el Título 42.
“Quienes no puedan ser expulsados bajo el Título 42 y que no tengan base legal para permanecer en Estados Unidos, serán puestos en proceso de expulsión bajo autoridad Título 8”, indicó la Patrulla Fronteriza en un breve comunicado.
De acuerdo al reporte de la Patrulla, más de 500 migrantes, la mayoría de Venezuela, intentaron entrar ilegalmente al país el miércoles pasado por el punto referido.
En Ciudad Juárez se compartió el rumor de que la Patrulla Fronteriza recibiría a personas oriundas de Venezuela para empezarles un trámite migratorio y que tenían que presentarse en la puerta número 40 a orillas del Río Bravo.
Algunos extranjeros caminaron varios kilómetros para llegar al lugar, incluso con niños en brazos, pese al aire frío que azotaba en la región.
