Por Teófilo Alvarado |
Migrantes que se encuentran instalados en el campamento junto al río Bravo, se preparan para un eventual desalojo que pudieran realizar pronto las autoridades, ante el registro de temperaturas frías que pudieran poner en serio riesgo la salud, sobre todo de menores de edad.
Durante los últimos días les han estado haciendo llamado reiterado para que acepten ser trasladados a los albergues y les han dejado entrever que pudieran retirar las tiendas de campaña por la fuerza de ser necesario.
Fuentes al interior del Instituto Nacional de Migración señalaron que las autoridades en su conjunto estarían por ordenar la terminación de dicho campamento, para lo cual llevarían vehículos y les ofrecerían trasladarlos a distintos albergues para su protección.
Sin embargo, como en ocasiones anteriores, se han negado, por lo que ya no les pedirían su consentimiento para quitar las tiendas de campaña, sino que serían retiradas tajantemente.
Según testimonios de algunos migrantes, ya buscan espacios prestados en viviendas cercanas a la zona.
Incluso algunos ya consiguieron empleos formales e informales, y con los recursos que han estado consiguiendo, han tenido posibilidad de pagar renta de casas, de acuerdo a lo que mencionaron.
Refirieron que algunos ya duermen en otros lugares y van al campamento solamente durante el día. Durante el año 2019, cuando decenas de migrantes estaban instalados en un campamento en el parque Chamizal en la temporada de frío, fue la Fiscalía General del Estado quien acudió a desalojar, con la advertencia de que si ponían en riesgo la salud y por ende la vida de los menores de edad, los arrestarían.