El padecimiento, que mató al menos a 30 personas en 2022 y lo que va de este año en Ciudad Juárez, llegó a la región en alguna mascota que portaba garrapatas infectadas
Hasta antes de 2016, la rickettsia era un padecimiento desconocido para los fronterizos, pero a partir de ese año las autoridades de salud comenzaron a descubrir a personas infectadas, algunas de las cuales murieron a consecuencia de esa condición de salud.
La razón, explican funcionarios de la Secretaría de Salud (SS) estatal, es que el padecimiento llegó a la región en alguna garrapata adherida a alguna mascota, probablemente un perro, que arribó a esta frontera en un proceso de migración.
David Mejía, coordinador de vectores y zoonosis de la SS, consideró importante que la población y las autoridades conozcan a lo que se están enfrentando y que quienes transmiten la rickettsia son las garrapatas, un arácnido del que hay varias especies en México y que son capaces de transferir al humano 14 enfermedades.
La rickettsia es la más importante y la especie que la transporta es la llamada garrapata café del perro, que es el principal vector y se encuentra en la zona urbana, causando problemas en Ciudad Juárez.
Además, el arácnido infectado puede trasmitir el padecimiento a su progenie, lo que aumenta el espectro del riesgo que representa para las personas, explicó.
Aunque en seres humanos la enfermedad es mortal, el especialista dijo que se debe tomar en cuenta que se puede curar cuando se diagnostica a tiempo y es importante que la ciudadanía esté consciente que está presente en toda la mancha urbana, no solo en sectores periféricos y vulnerables, como es la creencia generalizada.
“En todo Juárez ya no hay una zona definida para poder decir que ahí se encuentran los casos de rickettsia, los encontramos a lo largo y ancho de la ciudad”, afirmó.
En 2016, los primeros casos de rickettsia en Ciudad Juárez se ubicaron ciertamente en colonias de las orillas de la de la Sierra de Juárez o al suroriente de la ciudad, lugares con características muy peculiares, incluso en fraccionamientos de nueva creación, pero establecidos a la orilla de la mancha urbana.
Mejía contó que aproximadamente en 2009 se empezaron a presentar los primeros casos de rickettsia en México, en el estado de Sonora, mientras que en Ciudad Juárez y en el estado de Chihuahua se comenzó a diagnosticar la enfermedad a partir de 2016, cuando se empezaron a presentar casos.
Aunque siempre han existido garrapatas en Ciudad Juárez, no estaban infectadas de rickettsia; llegaron aquí con la movilidad de los viajeros con sus mascotas, que estuvieron en lugares endémicos donde se desarrolla la enfermedad, que son los bosques de Norteamérica, y desde ahí se empezó a introducir a las ciudades.
El funcionario dio a conocer que para sospechar que se está frente a un caso probable de rickettsia el paciente debe presentar una sintomatología muy característica y definida, como fiebre mayor de 38 grados, náuseas, vómito, dolor de cabeza, malestar general y algo muy particular: manchas o exantemas en las manos y en los pies.
Con relación al tema, el director médico Zona Norte, Rogelio Covarrubias Gil Lamadrid, dijo que la propagación del riesgo se debe a que la movilidad de los perros en general, dentro de la ciudad, se extiende entre siete y nueve cuadras.
Ese movimiento da una idea del problema que está en toda la mancha urbana y no solo es privativo de zonas vulnerables.
Hasta la primera quincena de abril en este año, la Jurisdicción Sanitaria tenía contabilizados 15 casos confirmados del padecimiento, además de siete fallecimientos, pero el total de casos probables de enero a esa fecha es de 42.
La estadística del año pasado, continuó, indica que hubo 69 pacientes confirmados y 23 defunciones a causa de esta enfermedad.
El funcionario solicitó a la ciudadanía asumir las indicaciones de prevención para disminuir el riesgo de contagio a humanos, que se resumen en la limpieza del hábitat de las mascotas y la atención cuando detecten que presentan garrapatas.
