María Guadalupe Dávila revivió el dolor tras ataque a estudiantes del Cbtis 128
Cuando comenzó a enterarse de que un estudiante del Cbtis 128 había muerto atacado a balazos casi a la puerta de la escuela el pasado 2 de mayo, los recuerdos comenzaron a agolparse en la cabeza de María Guadalupe Dávila.
Ella es la madre de Rodrigo Cadena Dávila, un joven que estudiaba precisamente en esa institución cuando fue víctima de homicidio en Villas de Salvárcar en aquel fatídico año 2010, cuando Juárez era considerada la ciudad más violenta del mundo.
En entrevista con Norte Digital, la mujer explicó que tuvo una sensación inaudita, cuando a su teléfono comenzaron a llegarle mensajes o links de noticias, de lo que acababa de ocurrir en el perímetro del plantel donde su hijo estudió.
Dos pistoleros arremetieron contra un estudiante identificado como Ulises. Lo privaron de la vida y a una compañera la lesionaron en un hombro.
María Guadalupe sintió un dolor en su corazón al irse enterando de lo sucedido.
“Fue un golpe bastante difícil, porque quiera que no, te rememora al pasado, la tragedia del 30 de enero de 2010 realmente nos marcó no solamente a nosotros como padres de familia, quienes perdimos a un hijo sino a toda la comunidad y al país entero y tal vez a nivel internacional”, afirmó.
Señaló que a raíz de lo sucedido en Villas de Salvárcar, se hicieron muchas acciones a favor de la juventud, como fue la implementación del programa de Escuelas de Tiempo Completo en más de 80 planteles de Ciudad Juárez con comedores equipados, esquema que quedó eliminado en la presente administración federal.
Dijo que fueron proyectos que tuvieron un gran impacto porque además a los menores se les atendía con talleres artísticos y seguimiento psicológico por parte de organizaciones de la sociedad civil.
Mencionó que al dejar en abandono ese tipo de proyectos, seguramente se dejó de contener en parte la violencia e inseguridad.
“No digo que no hubiera problemática ahora, pero a lo mejor sería mucho menor”, explicó.
Comentó que el programa de futbol americano sigue en el Cbtis 128, donde se abarcan categorías desde la infantil hasta la intermedia, el cual ha funcionado gracias al director, con el cual se han coordinado a través de un proyecto denominado Jaguares.
Sin embargo, dejó en claro que el esfuerzo debe ser mucho mayor por parte de diversos actores, porque la actual problemática en la juventud es peor que la que se vivía en el 2010, por la cantidad de riesgos sociales a los que se enfrenta ese sector de la población.
Enfatizó que se necesita un frente común de padres de familia, alumnos, sociedad civil y los tres niveles de Gobierno.
“Algo tenemos que hacer, no debemos, no podemos permitir que se nos siga arrebatando así a la juventud”, indicó.
Sobre el hecho de que haya ocurrido un acto violento en la escuela donde estaba su hijo, “duele mucho”, aseguró.
“Estamos consternados aún por la situación. Ahora sí que no vamos a dar tregua, hay que seguir como mi hijo un día me lo enseñó. Mi hijo Rodrigo que me dijo: ‘mamá, en el futbol americano nos enseñan a no dejar de mover las piernas no importa lo que suceda’ y nosotros seguiremos igual, sin dejar de mover las piernas, luchando yarda por yarda, pulgada por pulgada en contra del crimen organizado de la manera en que podamos rescatar más nuestros jóvenes a través del deporte, de los programas de prevención de violencia”, subrayó.
“Esa casa de los Jaguares yo la siento como mi segunda casa, ese campo cuando usted entra, se siente algo muy especial, entonces duele que suceda, entonces, pues estamos luchando y seguiremos haciéndolo”, aseveró.
María Guadalupe dijo que cuando observaban los videos, las entrevistas que algunos medios hacían a las madres que iban por sus hijos, más dolía ver su desesperación.
“De alguna manera uno piensa que puede ser su propio hijo”, narró. Indicó que “en el 2010 las circunstancias fueron distintas (a las de hoy), pero al final de cuentas se perdió una vida”, en referencia al crimen de Ulises ocurrido esta semana.
